jueves, 23 de agosto de 2007

Mañana en la Batalla piensa en mí

Citando una frase de la obra de Shakespeare Ricardo III, el autor español Javier Marías nos presenta una novela donde las situaciones son tan inesperadas que uno mismo siente esa desesperación fortuita en su propia imaginación.

Todo comienza una noche en donde dos amantes están dispuestos a disfrutar una cena y una romántica velada aprovechando la ausencia del marido de ella, Marta Téllez. Sin embargo, no todo es color de rosa y las cosas pueden cambiar en un minimo instante. En un mínimo y exacto instante donde Marta Téllez muere, dejando a su hijo de tan solo 4 años en el cuarto de al lado, y a su amante ansioso de una noche de lujuria, sentado en la cama junto a ella, sin siquiera haber consumado su pasión.

"Nadie piensa nunca que pueda encontrarse con una muerta entre los brazos y que ya no verá más su rostro cuyo nombre recuerda". Esta cita que nos abre las puertas de una magnífica historia, se repite constantemente, así como tantas otras frases del relato. Porque Javier Marías quiere demostrar aquellos conceptos que considera más importantes, reiterándolos bajo diversas situaciones. Y dos de estos conceptos son el olvido y la muerte, que tan vulnerables nos vuelven y tan inevitables resultan.

Nuestro protagonista, Victor Francés, luego de deliberar horas consigo mismo sobre qué hacer con el hijo de Marta, decide irse dejándole a su lado comida por si se despertaba y pasaban unos días hasta que algún pariente se diera cuenta de lo sucedido. Errónea o correcta, esa decisión marcó su vida y esa culpa fue la que lo impulsó más tarde a investigar la familia de Marta. Gracias a la ayuda de un amigo, logra contactar al padre de Marta, a
Deán, el marido viudo, a la hermana menor Luisa y a muchas personas más que la conocían seguramente mejor que él. Haciéndose pasar por escritor de discursos políticos para el viejo Téllez, se involucra profundamente en la familia, especialmente con Luisa, a quien termina contándole la verdad. Porque en su simple inocencia e inconsciente ternura, encontramos también a un sujeto con tendencia a la paranoia, cínico, y bastante irónico. Capaz de decodificar y desmontar una por una las facetas de la realidad, volviéndose tan obsesivo como auténtico, porque lo que en definitiva busca son repuestas a sus impredecibles situaciones.

Y entre tanta psicología no tan barata, tanta filosofía sencilla y tantas verdades inexplicables, una maldición va resonando a lo largo de la historia: "Mañana en la batalla piensa en mí, y caiga tu espada sin filo: desespera y muere". Una simple frase que explica el sentido de la obra. Una obra que toca temas como el ocultamiento, la veracidad de los hechos, las intenciones, el actuar sin saber, la voluntad que casi nunca se cumple, la negación de las personas que una vez quisimos, y el olvido de sus caras o sus nombres a pesar de haberlas considerado tan indispensables. Un libro que plantea la dificultad de la indecisión, la despedida y el engaño, que quizá "es nuestra condición natural, y en realidad no debería dolernos tanto". Pero que sin embargo nos duele más aún nos soprende. ¿Y quién se anima ahora entonces a desafiar ese famoso proverbio "de la muerte y los cuernos nadie salva nadie".? Porque en este caso este dicho se vuelve nuevamente realidad. Una realidad que le sucede a diferentes pesonajes, pero que conforman al fin y al cabo una misma y entrelazada historia. Una realidad que te deja reflexionando sobre la vida y las vueltas de esta vida, que no siempre tienen el desenlace que uno quiere. Ni siquiera el desenlace que espera.

Porque lo considero un libro que te atrapa y de esos que querés terminar ya, pero a su vez te da lástima cerrarlo porque querés continuar la historia, a esta novela le doy 9 estrellas.
Tardé pero espero que haya valido la pena.

Besos. Vero.

4 comentarios:

Matias Saguir dijo...

Verito no te preocupes si tardas que con total por lo menos yo, no puedo leer tanto. jajaja

Beso

Mati.

Anónimo dijo...

jaja, gracias mati! nuestros lectores son pocos pero nos motivan muy bien!! besos

Federico dijo...

La verdad que me dieron ganas de leerlo. Sabes que no es lo mio la lectura, pero quiza te lo pida! Es muy largo?? :P

Jony G. dijo...

veero

fijate en mi blog

qe puse la etimologia de momo y moncho y eso jaja

igual me qedo un poco incompleta, pero qe se yo

paasatee

besoo!